La Atmósfera Controlada es una técnica de conservación que reduce los niveles de oxígeno y aumenta los niveles de CO2.
En condiciones de Atmósfera Controlada, se mantiene la calidad y frescura sin necesidad de utilizar productos químicos.
Esta técnica asociada al frío, acentúa el efecto de la refrigeración sobre la actividad vital de los tejidos, evitando ciertos problemas fisiológicos y disminuir las pérdidas por podredumbres
La atmósfera controlada es una técnica frigorífica de conservación en la que se interviene modificando la composición gaseosa de la armósfera en una cámara en frigoconservación, en la que se realiza un control de regulación de las variables físicas del ambiente (temperatura, humedad y circulación del aire).